Ayer de nuevo tuvimos curso en Cabra, donde llevaba planteados unos ejercicios sobre flores. En la anterior entrada mostré los únicos cuadros en los que he dado protagonismo a las mismas. Nunca ha sido un tema que me haya llamado mucho la atención y que sin embargo surgió durante las clases el último día.
El tema era partir de un estudio realista (el primero) para poco a poco experimentar y "soltar un poco la mano" con unas rosas y otras flores indefinidas. Liberar el color sobre papel y esbozar de forma rápida una mancha que "sugiriera" más que "representara".
Posteriormente se planteo un ejercicio de los que te ponen a prueba: una umbría zona de la "Fuente del Río" de este bonito pueblo, en la que todo era verde (los que seguís el blog sabéis de mi poco entusiasmo por ese color), muy oscuro, y con solo un rayo de luz que iluminaba sutilmente un sauce, la parte superior y los pilares de un pequeño balconcillo que se asoma al estanque. Pues manos a la obra: amarillo limón, cadmio, azul ultramar y prusia, una pizca de carmín en algún tono violáceo, siena tostada y algo de un recuperado gris de payne que llevaba años sin usar. Pero eso si, ningún verde.
Los dos primeros bocetos están realizados sobre un bloc de esbozos Canson y los dos últimos sobre mi habitual Arches.
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