Además he tenido el honor de participar en cierta manera por haber tenido el placer de realizar una breve reseña para el catálogo de la misma y que os dejo a continuación.
"El ser humano es increíble. Es capaz de
precipitarse al vacío o de alcanzar los más recónditos lugares tanto físicos
como de la imaginación a través de las capacidades que nos distancian del resto
de especies.
En momentos delicados se sobrepone con amplitud
de vistas e ingenio distorsionando nuestro entorno más cercano con marcadas
ondulaciones, sinuosas líneas, delicadeza cromática y limpieza de espíritu para
crear percepciones soñadas más que reales a través la curva.
La curva se asocia al movimiento, el ritmo, la
alegría y sobre todo, como en el caso de Curro, a su jovialidad y afán de
superación a través de las obras que hoy nos muestra y que representan para él
y los suyos, una mirada diáfana hacia adelante a través de unas originales
visiones de la Córdoba eterna: Mezquita, Bailío, Pañuelo, Corredera, Potro… que
se trasponen a través de su mirada en la sinceridad y delicadeza de unos trazos
certeros y precisos con una iluminación llena de sensibilidad.
No creo que sea solo una percepción mía, pero
como apuntaba al principio, Curro es increíble".
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